Al mal tiempo, buena cara!

Una de las primeras cosas que hice cuando llegué a Madrid fue precisamente buscar un ginecólogo para hacerme una revisión. Reconozco que he sido un poco desastre y llevo ya más tiempo del conveniente sin ir. No es algo agradable y reconozco que no me gusta nada, pero bueno, lo hice como un propósito de nuevo año.
La verdad es que iba relajada y satisfecha con la iniciativa de llamar a un ginecólogo y más contenta cuando me dieron cita tan pronto. El caso es que me han hecho las cosas normales, la citología y la exploración de mama; pero he salido un poco agobiada y asustada porque me ha mandado hacerme una prueba del vph, porque me ha visto alguna verruga (joer!! cómo no me había dado cuenta!!!) y quiere saber si puede haber aparecido por el vph. La verdad es que no tenía ni idea de qué era, así que me ha estado dando información.
De momento, me he quedado un poco rara y he decidido esperar a que me den los resultados de la prueba, sin darlo más importancia... así estaré despreocupada por lo menos hasta ese momento.

"Vaya mierda", no sé por qué me he empezado a preocupar, pero como encima estaba lloviendo he salido de la consulta un poco depre...
Pero bueno, al llegar a la ofi, me he emocionado al ver al chico de la oficina... y se me ha pasado. Qué buena la capacidad de aparcar los "posibles problemas", hasta que se conviertan en ciertos. Cuando estaba en la universidad un colega siempre me decía cuando me veía agobiada:
-María, "No tienes que preocuparte hasta que llegue el problema, porque quizá nunca llegue", o algo así.
Total, que estoy feliz como una perdiz!